Jorge Drexler canta, en una de sus canciones, que “siempre miramos al río, contemplando la otra rivera”. Más allá de comprender todo lo que se hizo, mirar hacia atrás puede servirnos para obtener algunas pistas sobre el futuro. Este 2021, publicamos más de 160 artículos en la sección Materiales y Productos, que cubren una amplia gama de temas. Desde conceptos complejos como la impresión 4D o materiales muy poco procesados como el cáñamo y el bambú, dibujar una retrospectiva de los temas tratados y comprender lo que más interesó a nuestros lectores es un ejercicio interesante para presagiar algunas tendencias para el futuro del campo de la construcción. Al observar la mayoría de nuestros artículos, se evidencian tres grandes temas: la impresión 3D, la prefabricación y el diseño de interiores. A continuación, presentamos un análisis de cada tema, reflexionando sobre las tendencias en la industria de la construcción que deberían consolidarse durante 2022.
La Impresión 3D debería masificarse hacia la vivienda y otras nuevas tipologías
Uno de los muchos retos urbanos visibilizados por la pandemia es la actual crisis habitacional. A fines del 2021, la tendencia es clara: los precios de la vivienda han aumentado drásticamente y las condiciones de vulnerabilidad se han agudizado – sumando, además, al cambio climático como una amenaza constante. Por ende, ante tiempos de incertidumbre, los arquitectos han explorado nuevos métodos, materiales y tecnologías para lograr proyectos residenciales más sostenibles y rentables (sin sacrificar el diseño). Entre ellos, la Impresión 3D, una técnica de construcción que alguna vez pareció un sueño lejano, se ha consolidado como una realidad concreta y prometedora en el camino hacia nuevas soluciones de vivienda y tipologías innovadoras.
Además de utilizarse en obras complejas – como los prototipos de la Sagrada Familia de Gaudí – , la tecnología ha sido puesta a prueba en el sector habitacional. De hecho, este mismo año, múltiples proyectos residenciales impresos con tecnología 3D han cobrado vida exitosamente utilizando diversos materiales. Por ejemplo, en Italia se realizó la primera construcción impresa en tierra cruda; un prototipo de vivienda circular cuya estructura y revestimiento se llevo a cabo en 200 horas de impresión 3D. Por otro lado, el 30 de abril se entregaron las llaves de la primera vivienda impresa en hormigón en los Países Bajos, cumpliendo con todos los requisitos y normas constructivas.
Teniendo en cuenta estas (y muchas otras) aplicaciones exitosas, la visualización digital de cada componente, a través de innovaciones como el BIM y los renders, ha sido clave para el avance de la tecnología 3D en la construcción. Al modelar precisamente cada sistema constructivo, con sus dimensiones y capas, es posible maximizar la comprensión del encaje y funcionamiento de los materiales – y, consecuentemente, aspirar a una mejor arquitectura. Al combinar estos métodos de representación digital con la Impresión 3D, las futuras posibilidades de diseño de las viviendas son ilimitadas, incluso en condiciones climáticas cambiantes. Por ejemplo, este año se desarrolló una propuesta de hábitat para climas extremos conformada por cabinas prefabricadas autosuficientes que podrían ser impresas en 3D.
Debido a la flexibilidad de diseño, la optimización del proceso constructivo y su viabilidad comprobada, está claro que la Impresión 3D ha llegado para quedarse en la industria de la construcción mientras nos acercamos al 2022. Por lo tanto, el siguiente paso debiese ser su masificación como una solución de vivienda sostenible y asequible; una vivienda capaz de incentivar la creatividad del arquitecto, avanzar hacia nuevas tipologías y adaptarse a nuevos modos de vida en un mundo en constante cambio.
La prefabricación debería comenzar a liderar la industria de la construcción
Las problemáticas contemporáneas que han impulsado el desarrollo de la Impresión 3D en todo tipo de escalas, tienen un objetivo claro: acelerar y simplificar los procesos constructivos. Este parece ser el gran desafío actual, y de la mano de estas nuevas tecnologías, la prefabricación aparece como un camino efectivo e inteligente a seguir. Componentes y sistemas prediseñados y elaborados en serie son trasladados desde una fábrica a su ubicación final, centrando las operaciones en terreno básicamente en el puro montaje. Y aunque existen importantes acercamientos a la prefabricación desde el siglo XVI, es ahora cuando podría tomar la delantera en la industria de la construcción, superando a los sistemas tradicionales de elaboración in situ.
La prefabricación no solo aumenta la velocidad, sino que permite “construir sin constructores”, reduciendo la complejidad del proceso completo y generando principalmente ahorros materiales, monetarios y energéticos. Algunos arquitectos, como los portugueses de SUMMARY, se atreven a anunciar que la construcción tradicional está condenada a desaparecer: “con el aumento demográfico, existen cada vez más personas que necesitan casas para vivir y cada vez menos personas capacitadas o disponibles para construirlas. [...] La prefabricación, como método industrializado, será la única solución y, poco a poco, pasará de ser la excepción a la regla”. La prefabricación podría hacer que la construcción y la adquisición de viviendas sea más asequible, y el buen diseño arquitectónico no tendría porque perderse en el proceso.
De hecho, la prefabricación plantea un cambio de paradigma que revoluciona la manera en que pensamos los proyectos desde su concepción. Ahora, la eficiencia para ser el punto de partida de los proyectos, obligandonos primero a entender los sistemas constructivos para luego idear la forma y las funciones del espacio. La calidad del diseño no se pierde, solo se invierten los procesos. Podemos comprobarlo en la gran cantidad de proyectos de este tipo que se publican en nuestro sitio cada día.
Los pronósticos anuncian que durante los próximos años la prefabricación y la construcción modular debería atraer un aumento sin precedentes de interés e inversión, y que nuestro rol será entonces el de profundizar en las soluciones disponibles, comprender las nuevas tecnologías y prepararnos para enfrentar un futuro en que la arquitectura se basará en el ensamblaje inteligente de soluciones de alto rendimiento, y no solo en 2D sino que incluso en tres y cuatro dimensiones.
El diseño de interiores y las renovaciones podrían ser la principal fuente de trabajo para los arquitectos
Otros dos temas que llamaron la atención de nuestros lectores durante 2021 fueron los interiores y las renovaciones de viviendas. Incluso sin una investigación seria sobre el tema, podemos asumir que esto todavía se debe a los efectos que la pandemia de COVID-19 ha traído a nuestras vidas. Si pasamos cada vez más tiempo en nuestras casas, ya sea por elección o no, es visible que estamos dando más importancia a los espacios en los que vivimos, y que, en este período pandémico, también tuvimos que incluir actividades como el trabajo, el estudio, los deportes, el ocio y muchos otros.
En septiembre publicamos un artículo en el que nos preguntamos si la especialidad de los arquitectos del futuro será la renovación de edificios existentes. Teniendo en cuenta el enorme stock de edificios existentes en el mundo y todas las preocupaciones sobre el uso de las materias primas, las renovaciones están cada vez más presentes entre los proyectos publicados en ArchDaily. Los artículos que involucran esta temática, como formas de ocultar cocinas mediante carpintería en madera, el aprovechamiento de los techos altos, cómo utilizar materiales orgánicos (como ladrillos) –con una estética y textura interesante para los espacios interiores– recibieron muchos clicks durante este año.
El encierro fue especialmente duro para quienes no podían tener contacto con la naturaleza. Uno de los artículos que ganó notoriedad abordó varias estrategias para llevar vegetación al interior. Pero muchos lectores lo imaginaron un paso más allá. Las estructuras traslúcidas de los invernaderos estuvieron de moda con el reconocimiento del dúo francés Lacaton & Vassal con el Premio Pritzker. El sueño de vivir en medio de la naturaleza, poder cultivar plantas e incluso alimentos a través de un microclima creado por invernaderos fue algo que llamó la atención de nuestros lectores. Con la popularización del trabajo a distancia y la posibilidad de que muchas personas no necesariamente necesiten estar cerca del trabajo, se despertó el deseo de muchos de practicar un éxodo urbano. Una colección de 10 pequeñas cabañas evidencia este deseo, amplificado por el hecho de que son simples en sus diseños y muy rápidas y eficientes de montar.
Sin embargo, claramente un tema que impregna a todos los demás y que ha preocupado a los arquitectos de todo el mundo es la crisis climática. El artículo Enfriar los interiores será el desafío arquitectónico del futuro ha encendido una alarma para nuestros lectores, demostrando que la mayor preocupación de los diseñadores puede ser si el mundo sigue el camino de las emisiones de carbono y el consecuente aumento de las temperaturas. A través de ejemplos de estrategias pasivas y activas para mejorar el confort térmico de los interiores, el artículo presenta algunas posibilidades para mitigar este escenario, aunque esperamos ciertos cambios de paradigma que también preocupan a la propia industria de la construcción y su futuro.
Este artículo es parte del Tema del mes en ArchDaily: Resumen del Año. Cada mes exploramos un tema en profundidad a través de artículos, entrevistas, noticias y obras. Conoce más sobre nuestros temas. Y como siempre, en ArchDaily valoramos las contribuciones de nuestros lectores. Si quieres postular un artículo o una obra, contáctanos.